Raid: World War II, Básicamente este Juego de Disparos Creado en su Totalidad por la Gente de Lion Game Lion y Publicado por Starbreeze Studios puede ser Descrito como una Versión Modificada de PayDay, la cual se Desarrolla Durante la Segunda Guerra Mundial Dotada a su vez con un Tono Bastante Absurdo e Irreverente
Comedia en Tiempos de Guerra
¿Alguno de nuestros fieles lectores recordará los días en que aparecieron los primeros shooters en primera persona para la Playstation 2?. En aquellos tiempos no importaba mucho que la mano de tu personaje luciera como un collage de cartulina para poligrafía color canela, pues de todas formas te imaginabas la grandeza de toda la acción. Además, otra de las cosas que no importaban mucho, era la estupidez del sistema de inteligencia artificial y otras cosas por el estilo. Ahora, el título que ha sido recientemente publicado para la Playstation 4 bajo el nombre de Raid: World War II (Incursión: La Segunda Guerra Mundial) nos ha permitido mirar hacia atrás en el pasado. Revelando qué tan lejos han llegado los juegos de disparos con perspectiva en primera persona y cuán injugables eran estos por aquel entonces.
Luego de considerar lo anterior, muchos de ustedes bien podrían preguntarse por qué estamos tratando el nuevo lanzamiento del género FPS producido la gente de por Lion Game Lion como un clásico para la ya vieja Playstation 2. En realidad, eso se debe a que el horrible diseño y la implementación del juego se parecen precisamente a eso: a un shooter en primera persona para la PS2 creado nada más y nada menos que en el año 2017 por pedido de absolutamente nadie. Aunque, llegados a este punto, es necesario señalar que no es nuestra intención desacreditar a los desarrolladores de este título de disparos. Pero, lo cierto es que esta nueva adición a un buen historial tiende a ser muy desconcertante en el mejor de los casos.
Características Principales
Partiendo de lo anterior, tenemos que los jugadores comienzan ingresando al interior de una fortaleza y derrotando a los pocos guardias que están presentes en el lugar, y esto también sirve como el tutorial casi insultante incluido en este juego. De modo que, algunas líneas tales como «Puedes recoger municiones en ciertas oportunidades«, nos hicieron sentir una gran vergüenza por lo retrógrado de Raid: World War II. Además, al ingresar al edificio mal prestado, inmediatamente daremos inicio a un recorrido por las operaciones básicas del juego, e igualmente se nos presenta una copia multifacética de Payday. Esto no está mal, después de todo, ya que el mencionado juego es una excelente propuesta de disparos con un carácter estratégico. Pero, el hecho de que esta fórmula haya quedado atrapada dentro de un lío irregularmente alterado y hecho perezosamente es algo muy trágico.
Sin embargo, debemos decir que Raid: World War II comienza a desarrollarse bastante bien. En primer lugar, la película de apertura capta adecuadamente el atractivo atemporal de un grupo heterogéneo de soldados aliados, los que violenta y casualmente perturban el avance de la maquinaria de guerra nazi. Además, el elenco de personajes incluidos aquí es muy familiar: un comandante británico acérrimo, un robusto comando de origen estadounidense, el misterioso soldado ruso (que no pude faltar en ninguna historia de guerra) e incluso un descontento nazi desertor (otro cliché).
Mientras que, los cadáveres se van acumulando a medida que va lloviendo el fuego, pues a lo largo de todo el recorrido nos recuerdan de forma constante a muchos éxitos de Hollywood tales como The Dirty Dozen y The Inglorious Basterds. Aparte de que, todo concluye con nuestros cuatro héroes enfrentando a un pelotón completo de soldados alemanes, flanqueados por explosiones y una música de carácter creciente.
Por desgracia, el simple hecho de ver el segmento fílmico de apertura fue el punto culminante de nuestra experiencia con este shooter cooperativo basado en escuadrones, el cual bien podemos ubicar en la misma línea de Payday (otro título de la editorial Starbreeze). Por lo que, desde sus gráficos inferiores a su estilo de juego monótono, Raid: World War II decepciona bastante en casi cada detalle. Aunque, la primera pista encontrada de que algo andaba mal fue en la pantalla de selección de personajes. Esos arquetipos increíblemente animados de la Segunda Guerra Mundial se transforman en modelos que podemos esperar encontrar en un atractivo juego creado para funcionar en la Playstation 3.
Posteriormente, aparece una cursi, pero a la vez extrañamente atractiva presentación de acción en vivo con el señor John Cleese de Monty Python. De modo que, su propio personaje de oficial inglés procede a explicar los objetivos a cumplir en Raid: WWII sobre una mancha de té. Dicha premisa es bastante simple: solo debemos liderar a un cuarteto de héroes inadaptados a través de una amplia variedad de misiones, cada una de ellas encaminadas a la detención del avance Nazi, o bien, robar el oro acumulado por el infame dictador Adolf Hitler. Aunque, lo que sea que logremos sustraer en este juego nos pertenece por completo, pudiendo guardarlo y utilizarlo para mejorar el campamento subterráneo de nuestro grupo. Si bien esto suena como algo muy divertido, en la práctica puede resultar ser un poco complicado.
En este mismo sentido, con nombres tales como «Gold Rush», «Wiretap» y «Bunker Buster», las misiones dotadas con una duración aproximada de una media hora suenan muy emocionantes y diversas. Por lo que, es realmente muy sencillo esperar que cada nivel capture de forma adecuada la sensación cinematográfica de un asesinato furtivo, o de un ataque destructivo a través de una fortaleza controladas por los nazis. Pero, lo cierto es que muchos de ellos se vuelven a encontrar con un punto de interés, lo defienden por un corto periodo de tiempo y luego repiten ese mismo ciclo varias veces. Ocasionalmente este patrón se interrumpe por tener que cambiar entre interruptores, recoger algunas cerraduras o mover varias cajas de oro, pero en general, cada incursión tiende a ser bastante formulista.
Asimismo, muchas comienzan en la forma de operaciones especialmente enfocadas en el sigilo, pero gracias a la implementación de un sistema de conciencia irregular, viene siendo una tarea bastante ardua mantener el secreto. Una vez, mientras estábamos en el interior de una habitación aislada y vacía de un edificio, nos alertaron de varios enemigos que podrían descubrir nuestra presencia. Entonces tuvimos que abrir fuego contra todos y cada uno de ellos. De modo que, bugs extraños, diseños de niveles poco usuales y locaciones enemigas demasiado enloquecedoras ocasionalmente hacen que sea necesario asegurar objetivos a través de la potencia de fuego y nada más.
No obstante, los problemas en relación a las unidades enemigas no se limitan de forma exclusiva a su visión de rayos X. Si bien puede encajar en la misma línea de tontos soldados nazis sin rostro, disparar a las olas de soldados que descienden por una escalera no es algo tan divertido. Aunque, la diversión tampoco está en la descarga de un cartucho completo en el rostro de un soldado con lanzallamas antes de que este logre caer al suelo.
De modo que, las implacables olas de soldados sin voz e impenetrables, junto con la falta de una variedad real de misiones crean una experiencia muy monótona. Además, cuando no estábamos activando interruptores, recogiendo cerraduras ni buscando objetos, estábamos intentando defendernos de una gran cantidad de enemigos. Los cuales eran artificialmente desafiantes debido a su capacidad para absorber las balas.
Esta secuencia no proporciona un gran lienzo para lo que Raid: World War II trata de presentar. Pero, lo que es peor, parece recompensar el combate antes que perseguir el objetivo al repartir los puntos de experiencia, haciendo que cada misión se sienta como una serie de puestos de control diseñados para detener el suministro interminable de soldados nazis. Mientras que, este mismo sentimiento solo se ve reforzado por los muchos objetivos basados en el tiempo, tales como la defensa de un prisionero de guerra por un periodo determinado. Además, la inteligencia de cualquier compañero de equipo controlado por la IA en nuestro escuadrón, no es mucho mejor que se aplica para los soldados nazis.
Sin embargo, estos al menos eliminarán adecuadamente los objetivos, pero hacen muy poco o casi nada para ayudar a que podamos cumplir los objetivos. Esto no es algo inesperado, pero hace que las misiones fuera de línea o en solitario sean una forma bastante miserable de jugar, ya que solo debemos completar objetivos diseñados para un equipo. Además, se ha implementado un sistema de comando radial, pero era muy difícil saber si la IA realmente estaba haciendo algo en respuesta a nuestras órdenes. Aparte de que, los compañeros de equipo se quedan muy cerca de nosotros a menos que estemos a escondidas, para que nadie se dedique a cubrir el flanco de nadie.
De hecho, probablemente les podríamos sugerir que se mantengan alejados de este juego por completo si no planean unirse a otros usuarios en línea. Por desgracia, la comunidad parece bastante indiferente al momento de escribir la presente revisión, y durante las horas de la tarde estaba limitado a aproximadamente 10 juegos de PS4 en curso para unirnos, muchos de los cuales solo tenían a otro jugador esperando.
Pero, el simple hecho de jugar con otros jugadores en línea es mucho más divertido, ya que realmente se deja que las fortalezas de cada clase de personaje brillen como debe ser. Aunque, no podemos culpar a Raid: World War II por no tener clases distintas: Asalto, Reconocimiento, Demoliciones e Insurgente. Todas ellas comienzan con sus propias estadísticas predeterminadas, armas y un grito de guerra que se puede activar para impulsar de forma temporal a nuestro personaje y su equipo.
De igual manera, cada clase también viene con un conjunto de competencias a las que vamos a poder acceder al ir subiendo de nivel. Pero, consideramos que son poco emocionantes y similares a los MMO en su dependencia de números puros y aburridos: «Aumenta la velocidad de interacción general en un 17%.», «Aumenta el temporizador de purga en 4 segundos» y otras cosas así. Esto no es exactamente algo para construir un estilo de juego. Son efectivos, por supuesto, pero contribuyen muy poco para dar forma a la clase en algo realmente personalizado.
Mientras que, lo mismo puede decirse de las pocas opciones de personalización cosmética disponibles para cada uno de los personajes. De modo que, hay aproximadamente unas 10 chaquetas y pantalones que vamos a poder desbloquear y equipar, pero como todos son muy militares, no son suficientes para que un soldado de la Reconversión Rusa se vea muy diferente a los demás.
En concordancia, las armas también se va a poder actualizar, pero solo mediante el uso constante de cada pieza de armamento individual durante un período de tiempo bastante considerable. Además, la cantidad de puntos de experiencia obtenida por misión parece muy pequeña en comparación con los 40 niveles de actualizaciones que hay disponibles. Aunque, debido a que nuestra experiencia acumulada no se transfiere entre las clases existentes, preparémonos para pasar grandes cantidades de tiempo actualizando cada una por separado, antes de que puedan ser viables para juegos de alto nivel. Como se ya mencionó de manera previa, esto se ve empeorado por las bonificaciones de experiencia basadas en las muertes, la precisión y cosas similares, no por lograr objetivos.
Lo anterior, alarga de forma artificial las misiones mientras los compañeros de equipo en línea rodean el mapa en busca de asesinatos, muy a pesar de que el tema en Raid: World War II consiste en la destrucción de carácter interna. Además, existe una desconexión temática luego de volar una planta de gas, dirigirse a la salida y luego esperar a que un compañero termine de limpiar todo el mapa.
Ahora, en lo que respecta al tiroteo real, podemos decir que este es muy útil. Aunque, definitivamente no vamos a poder obtener la misma experiencia encontrada en otros títulos de disparos como Counter-Strike o Call of Duty, pero nunca sentimos que como si las armas o los controles estuvieran obstaculizando nuestra habilidad para hacerlo bien. Aparte de que, el movimiento y el objetivo responden de forma adecuada cuando Raid: World War II funciona sin muchos problemas.
Igualmente, el mirar hacia abajo de las vistas parecía entregar resultados precisos, y por lo tanto, nunca tuvimos ningún tipo de problemas para atravesar el medio ambiente. Aunque, nuestra única queja aquí, más allá de los evidentes problemas de rendimiento en curso, es que bajar las escaleras es algo muy sensible y el daño como resultado de una caída parece ser algo implacable. Además, tendremos que enfrentarnos al desafío de administrar las municiones, lo cual es bastante limitado desde el principio del juego.
Mientras que, los controles de manejo terminan dejando mucho que desear, pero afortunadamente la necesidad de conducir se limita a solo las dos misiones más extensas de todo el conjunto. Una vez dejamos un Kubelwagon atascado en un pequeño callejón, al puro y vulgar estilo Austin Powers, y todo nuestro equipo tuvo que irse a pie. En general, realmente nos gusta el tema y el entorno presentado en Raid: World War II, especialmente teniendo en cuenta su tono tan irreverente que evoca demasiados recuerdos de Inglorious Basterds.
Pero, a pesar de que somos fanáticos de todas las cosas de la Segunda Guerra Mundial, los enemigos esponjosos, los desbloqueos realmente mediocres y la personalización, sumados a la poca variedad de misiones, no nos entusiasma lo suficiente como para querer jugar más allá de algunas cuantas rondas. Y a pesar de que está colocando el carro antes que el caballo, sin una comunidad fuerte de usuarios para lanzar un ataque, hay incluso menos razones para pegarlo a la Alemania nazi en este caso particular. Mientras que, muy pocas cosas en Raid: World War II están absurdamente rotas o son defectuosas, pero su mediocridad hace que se pierda la oportunidad de crear un juego cooperativo altamente repetible, dentro del género de los shooters basados en la Segunda Guerra Mundial.
Para concluir, simplemente diremos que Raid: World War II constituyó un valiente esfuerzo para captar la atención de los jugadores antes de la llegada de Call of Duty: WWII y de Wolfenstein II: The New Colossus, ambos ya revisados por nosotros. Pero, lo cierto es que este título hace muy poco por entusiasmar a la comunidad. Además, el sistema de inteligencia artificial es tan inestable como la torre de Giza y tan tonto como Ernest P. Worrell. Mientras que, los mapas encontrados en su interior, a pesar de estar bien diseñados, fueron estructurados de tal manera que se sienten muy forzados en rutas específicas, eliminando así cualquier incentivo para la exploración.
Por otra parte, el combate es tan emocionante como ver la pintura seca e igualmente casi tan molesto y carente de imaginación. Aunque, preferimos disfrutar de las secciones de FMV llenas de comedia, tales con el icónico John Cleese y un cabreado Adolf Hitler. Mientras que, el sistema de actualización y personalización es lo suficientemente sólido, resultando ser un proceso muy largo y robusto, pero por todo lo bueno que hace Raid: World War II, hay diez cosas que van por el mal camino. Pero, lo reconfortante es que no existe una escasez de shooters para la Playstation 4, y con más en el horizonte para este nuevo año, sería mejor esperar algo más dotado con una mayor profundidad e innovación.
Apartado Gráfico
Ahora bien, en lo que respecta a las gráficas de este juego, hemos quedado bastante sorprendidos por el estado de las imágenes presentes en Raid: World War II. De modo que, los elementos visuales son posiblemente incluso mucho peores que los encontrados en PayDay 2 para el Xbox 360. Las texturas de las pistolas son muy desiguales y carecen de la sensación bien desarrollada que muchas de las armas necesitan tener, y las texturas ambientales son igual de deficientes.
Pero, es aún peor el hecho de que todo es bastante plano e indefinido, careciendo a su vez de una luminosidad verdadera, o incluso de diseños notables que ayudarían a dar una sensación de variedad al mundo circundante. En realidad, será posible contar las veces en que se utiliza el mismo follaje para un mapa en particular, y generalmente vamos a saberlo porque ese follaje estará flotando a unos dos pies del suelo.
Aunque, con todo lo que hemos estado diciendo acerca de que los gráficos son malos y otros problemas, uno pensaría que hay algo grandioso sobre el rendimiento del juego. Bueno, el juego en verdad corre como un sueño. Y con eso, nos estamos refiriendo por supuesto a uno de esos sueños en los que uno intenta correr por un pasillo infinitamente largo, sin hacer ningún progreso real, y todo a nuestro alrededor se mueve como si fuera parte de una película de acción en cámara lenta.
Apartado Sonoro
Ya por último, y en lo concerniente al apartado sonoro, tenemos que en Raid: World War II, la charla estereotípica entre los cuatro soldados es ocasionalmente muy cómica. Pero, si bien el diálogo a veces puede ser un poco molesto, sirve para aumentar el tono único que el juego está tratando de lograr. Aparte de que, las explosiones y los disparos suenan un poco planos y pequeños, mientras que la banda sonora es bastante típica para el género sin llegar a sobresalir demasiado.
