Warhammer: Dark Omen (PSX)

Warhammer: Dark Omen, Aparece la Secuela Directa de Shadow of the Horned Rat Trayendo Consigo Varias Mejoras y Mucha Más Acción Táctica en Tiempo Real

Más Acción Táctica Medieval en tu PSX

La mayoría de los jugadores a nivel mundial han tenido la oportunidad de probar, o por lo menos han oído hablar alguna vez de la fabulosa serie Warcraft, una franquicia extremadamente popular y que fue concebida por los genios ocultos tras Blizzard Entertainment, la cual se fundamenta en un complejo mundo de fantasía donde los humanos luchan incansablemente contra los orcos provenientes de Draenor, su tierra natal, de modo que lograrían llegar hasta Azeroth a través de un portal dimensional, desatando luego una caos sin precedente y dejando un gran rastro de destrucción a su paso, hasta que fueron finalmente expulsados del Reino de Ventormenta por sus propios defensores. No obstante, los orcos eran realmente incapaces de comprender el verdadero significado de la derrota, ya que en su lugar de origen habían logrado someter a todas las razas que por allí existían, de manera que el haberse enfrentado a los humanos los hizo enfurece como nunca antes, hasta que en un momento dado apareció el gran líder DoomHammer, quien fue capaz de unir a todos los clanes orcos bajo una sola bandera, todo ello con el fin de iniciar el avance hacia los demás territorios circundantes, con la esperanza de exterminar de una vez por todas a la raza humana.

Lo anterior, constituye parte del argumento de las primeras entregas de esta asombrosa serie de estrategia en tiempo real que hasta el día de hoy es considerada como una de las impulsoras de este particular género, aunque muchos jugadores creen erróneamente que la primera versión de Warcraft para ordenadores constituye el primer videojuego de este tipo, pero lo cierto es que el verdadero origen de todo este asunto de la estrategia en tiempo real no es otro más que un título desarrollado por la gente de Westwood Studios y que fue lanzado inicialmente para los ordenadores caseros que funcionan bajo la plataforma Windows de Microsoft hace ya mucho muchos años atrás, tomando como punto de partida una franquicia de ciencia ficción muy conocida a nivel internacional. En este mismo sentido, la adaptación de Dune 2 marcó un antes y un después dentro del ámbito de los juegos para ordenador, ya que fue capaz de combinar las características más sobresalientes de los juegos de acción junto con todos los elementos que suelen estar presentes en los títulos de estrategia, aparte de que el trasfondo histórico del juego era realmente interesante en todos los aspectos, lo que dio como resultado un gran éxito a nivel de ventas y el nacimiento de un nuevo género que sería explotado hasta la saciedad por muchas otras compañías desarrolladoras, las cuales fueron sumando nuevas características y opciones a cada una de sus propuestas, hasta la posterior llegada de increíbles lanzamientos como Age of Empires por parte de Ensemble Studios y la extraordinaria serie conocida como Homeworld de Relic Entertainment.

Posteriormente, Westwood Studios tomaría la importante decisión de crear un remake de la versión original, por lo que todo el equipo trabajó muy duro para mejorar diversos aspectos de la mecánica de juego y equilibrar un poco más las cosas en lo que respecta a las unidades de combate, pero lo cierto es que el resultado terminaría dejando mucho que desear, muy a pesar de la inclusión de un modo más enfocado en la experiencia Multiplayer y una evidente mejora a nivel de gráficas y de elementos de sonido, por lo que esta particular entrega que fue conocida en esta parte del mundo como Dune 2000 pasó sin mucha pena ni gloria tras su lanzamiento oficial para la plataforma Windows de Microsoft y como una versión especialmente diseñada para los usuarios de la consola casera PSX o Playstation One de la Sony Computer Entertainment. Sin embargo, mientras el legendario Dune 2 y su remake pasaban a formar parte del eterno baúl de los recuerdos, la serie Warcraft continuaba dando batalla dentro de la industria luego de que apareciera una segunda versión bajo el título de Warcraft II: Tides of Darkness, la cual conservaba la mayoría de características más sobresalientes de su predecesor, a la vez que incluía una serie de correcciones y ciertas modificaciones en lo referente a la mecánica de juego, aparte de que la gente de Blizzard también había tomado la decisión de incluir un modo Multiplayer y portar este juego junto a su asombrosa expansión para la consola casera PSX, brindándonos además la posibilidad de continuar con nuestras aventuras en la región de Azeroth con nuevas unidades y una trama mucho más profunda que en la versión anterior.

No obstante, pocos videojugadores saben que esta popular franquicia de Blizzard Entertainment debe su origen a otra serie conocida con el nombre de Warhammer y que consiste en un juego de mesa muy interesante desarrollado por el gran equipo de Games Workshop, de modo que la idea original de la gente de Blizzard era producir una adaptación estratégica del universo Warhammer al ámbito de los ordenadores caseros, pero por alguna razón no pudieron obtener una licencia para llevar a cabo esta idea, razón por la cual tomaron la decisión de seguir trabajando arduamente en el proyecto y crear un trasfondo histórico que fuera totalmente diferente para evitar cualquier tipo de inconvenientes más adelante, de modo que todo este conjunto de elementos originales se terminarían convirtiendo luego en el vasto universo de Warcraft. Por otro lado, en un artículo previo, también tuvimos la oportunidad de abordar con especial detalle una propuesta muy interesante que sí constituye una adaptación oficial de la franquicia Warhammer, la cual fue lanzada a mediados de la década de los 90 para los ordenadores caseros con la plataforma Windows de Microsoft y para la consola casera PSX o Playstation One de la Sony Computer Entertainment, siendo publicada en occidente con el nombre de Warhammer: Shadow of the Horned Rat (Warhammer: Sombra de la Rata Cornuda), en donde se nos brindaba la oportunidad se asumir el rol de un comandante mercenario conocido como Morgan Bernhardt, quien además estaba armado con una espada mágica y tenía a su servicio a una gran cantidad de tropas, mientras debíamos ir reclutando a más soldados con la intención de derrotar a los temibles hombres rata y ganar algo de oro en el proceso.

En vista de ello, ya para esta ocasión procederemos a revisar otro título más de la franquicia Warhammer y que constituye la secuela directa de la entrega denominada Shadow of the Horned Rat, la cual fue liberada con el nombre de Warhammer: Dark Omen y que, al igual que su predecesor, consiste en un videojuego del tipo táctico en tiempo real que suele ser considerado como uno de los mayores exponentes de este particular género, siendo desarrollado en su totalidad por Mindscape en colaboración directa con la gente de Games Worshop, mientras que los veteranos de Electronic Arts harían lo suyo al ser los encargados de todos los detalles en relación a su posterior distribución a nivel internacional. De esta forma, su lanzamiento al mercado lograría concretarse a partir del 31 de marzo del año 1998 en el territorio norteamericano, llegando en algún momento durante el transcurso de ese mismo año a las tiendas especializadas a lo largo y ancho de toda la Unión Europea, estando disponible inicialmente para los usuarios de la plataforma Windows de Microsoft, tras lo cual el equipo desarrollador del mismo tomaría la decisión de portarlo para el PSX o Playstation One de la Sony Computer Entertainment, por lo que esta última versión casera fue introducida en el mercado desde el 7 de abril de 1998 tanto en Europa como en los Estados Unidos de América.

Características Principales

De igual manera, la trama argumental de Warhammer: Dark Omen nos muestra en un principio la resurrección de un malvado Rey de una raza denominada los No-Muertos, siendo este un hecho que tendría lugar en las lejanas tierras al sur del imperio, aunque mientras esto está sucediendo, el comandante mercenario Morgan Bernhardt, quien es el mismo protagonista de la anterior entrega titulada Shadow of the Horned Rat, se encuentra defendiendo un pequeño puesto comercial cercano del ataque de un grupo de Goblins, tras lo cual se ve en la necesidad de regresar a Altdorf junto a sus hombres, en donde se enteran que los orcos han comenzado a invadir inesperadamente el Imperio del Sur. En este mismo sentido, y luego de participar en una serie de sangrientas batallas contra estas violentas criaturas, se hace evidente que algo o alguien los está haciendo huir hacia el interior del Imperio, de modo que el comandante Morgan decide partir nuevamente en compañía de sus leales tropas hasta Altdorf con la intención de hacer un informe detallado de toda esta situación, razón por la cual es asignado a un conjunto de expediciones con la esperanza de detener a la inminente amenaza representa en la figura de los No-Muertos, aunque cada una de las campañas estará conformada por varias batallas de gran importancia, aparte de que habrá algunos momentos durante los que debemos elegir entre varios caminos alternativos, lo que a final de cuentas terminará afectando de cierta manera el rumbo de los acontecimientos futuros, además de que luego de que las incursiones de los No-Muertos en Kislev, Bretonia y en el mismísimo interior del Imperio sean derrotadas satisfactoriamente, se dará a conocer por fin la verdadera ubicación del Rey de los No-Muertos, por lo que así se dará inicio a la batalla final del juego, aparte de que a lo largo de nuestra aventura el comandante Morgan pasará de ser un mercenario que lucha por su propio beneficio a un héroe dispuesto a sacrificarse por el bien de los demás.

Partiendo de lo anterior, debemos señalar en primer lugar que en Warhammer: Dark Omen estar al mando de nuestras fuerzas en plena batalla constituye una experiencia bastante intuitiva y eficiente, ya que para esta nueva oportunidad todo se ha simplificado en gran medida, esto gracias a la inclusión de un excelente tutorial narrado que será de gran utilidad para aprender los conceptos más básicos del juego. En este mismo sentido, el despliegue de las tropas en el campo de batalla también es un procedimiento bastante sencillo de realizar, aparte de que en este asombroso título de Mindscape tendremos la posibilidad de establecer las pautas de movimiento o delegar algunas órdenes a nuestras tropas momentos antes de que comience la batalla, aunque si bien es cierto que cada regimiento perteneciente al bando aliado o a la facción contraria va a estar representado por un estandarte de un color en específico, de modo que si un regimiento se encuentra fuera de la pantalla igualmente se nos indicará su ubicación en relación a la nuestra.

Lo anterior, nos permitirá controlar a todas nuestras tropas desde cualquier punto dentro del campo de batalla, al punto en que también será posible redirigir con relativa facilidad a nuestra artillería y a otras unidades de largo alcance para proceder a abrir fuego sobre los refuerzos al servicio de la facción enemiga que estén ubicados a cierta distancia, aparte de que los hechizos mágicos y las habilidades especiales ahora son de fácil acceso, al tiempo que la emisión de órdenes para el desplazamiento y la realización de acciones ofensivas se ha hecho tan simple como hacer clic sobre cualquier punto de destino. Igualmente, nuestros regimientos serán bastante eficientes al momento de desplazarse desde un lugar a otro, muy a pesar de que en varias ocasiones estos se confundirán un poco cuando viajen en un grupo que sea bastante numeroso, además de que la línea de visión nos ayudará siempre a mantenernos alerta ante cualquier infiltración por parte de la facción enemiga, aunque a menudo podremos utilizar esta misma función para nuestro beneficio ocultando a nuestras tropas detrás de cualquier punto de cobertura y luego cargar hacia los flancos enemigos para tomarlos por sorpresa, lo que por lo general sirve para generar pánico entre sus tropas, a la vez que nos facilita mucho el proceso de derrotarlos antes de que tengan alguna oportunidad de recuperarse.

Por otra parte, al igual que en la pasada entrega, en Warhammer: Dark Omen la moral jugará un papel muy importante en todo momento, sobre todo durante aquellas situaciones en las que nuestras tropas tendrán que hacerle frente a los temibles No-Muertos, aunque del resto todo parece funcionar adecuadamente en lo que se refiere a la mecánica de juego, muy a pesar de algunos problemas ocasionales en este aspecto, los cuales por lo general tienen que ver con la limitada funcionalidad de la interfaz y con la inteligencia de nuestras tropas, ya que estas últimas no harán nada sin una orden expresa de nuestra parte, aunque si bien es cierto que lucharán por sus vidas en caso verse en peligro, pero a la larga huirán del combate si sienten temor ante un enemigo extremadamente poderoso. En este mismo sentido, nos convendrá estar allí para reencaminar a nuestro ejército y ordenarles enfrentar a la facción contraria, tras lo cual solamente hará falta motivarlos para que carguen contra el enemigo y estar muy pendientes de ellos ante cualquier circunstancia, al tiempo que las unidades más adecuadas para el ataque a distancia, lo que incluye a los arqueros y la artillería, presentarán el mismo problema que las unidades de infantería, pues no abrirán fuego contra el enemigo a menos que nosotros se lo indiquemos, aparte de que una vez comiencen a disparar, no se detendrán hasta que les ordenemos detenerse.

Lo anterior, puede resultar un problema bastante importante, ya que mientras nuestras unidades de infantería estén midiendo fuerzas con el enemigo, al artillería y los arqueros seguirán disparando, por lo que es muy probable que sus proyectiles terminen impactando sobre las unidades del oponente y maten a algunos de nuestros valientes soldados de infantería, de modo que esto se debe en gran parte al hecho de que no vamos a poder darle órdenes a más de un regimiento a la vez, lo que a final de cuentas hará que la emisión de las órdenes de alto al fuego sean bastante problemáticas durante el fragor de la batalla. Igualmente, habrá que acostumbrarnos a la idea de que Dark Omen es un título que se juega en base a un solo ajuste de velocidad, por lo que no hay forma alguna de hacer que el tiempo pase más lento y menos aún acelerarlo, aparte de que tampoco será posible hacer una pequeña pausa en plena acción, ni podremos tomarnos más tiempo de lo normal al momento de emitir cualquier orden a nuestras tropas, aunque el hecho de que no sea posible ajustar la velocidad del juego contribuye bastante a darle un mayor grado de realismo, pero para la gran mayoría de los usuarios podría representar una característica muy frustrante, además de representar otro problema que se sumaría al deficiente sistema de inteligencia artificial con el que cuentan nuestras unidades de combate.

En concordancia, bien podríamos decir que a causa de todos estos inconvenientes es muy claro que la extensa campaña para un solo jugador de Warhammer: Dark Omen no es para nada algo fácil, ya que en todo momento nos veremos involucrados en muchos enfrentamientos en los que se nos presentarán enormes obstáculos, los cuales tendremos que intentar superar con un número bastante reducido de unidades de combate, aparte de que ninguno de estos elementos a nuestra disposición será del todo imprescindible. No obstante, desde que nuestros regimientos son capaces de adquirir experiencia tras su participación activa en las diversas batallas, permitir que mueran no será precisamente una buena opción a considerar, aparte de que cualquier misión exitosa produce apenas el oro suficiente para reponer las enormes pérdidas que sufriremos tras su cumplimiento, por lo que es muy probable que debamos seguir luchando y perdiendo a más hombres para acumular un capital que sea bastante considerable, de modo que para complicar todavía más las cosas, a pesar de que las misiones que integran el Modo Principal son bastante largas, no será posible guardar nuestro progreso durante las batallas.

No obstante, si dejamos de lado los anteriores inconvenientes descubriremos que el Modo Campaña de Warhammer: Dark Omen es bastante agradable y muy divertido, ya que todo el trasfondo histórico del juego va avanzando de manera progresiva entre cada misión, mientras escuchamos un conjunto de voces muy bien grabadas y dotadas con un montón de detalles en alemán, al tiempo que se van utilizado las mismas representaciones animadas que vamos a ver durante las batallas, aunque llegados a este punto es importante señalar que las campañas se ramifican en algunos puntos, siendo esta una característica que nos obliga a tomar decisiones muy difíciles en lo que respecta a dónde lucharemos próximamente, considerando todo el tiempo que nos enfrentaremos a las consecuencias de nuestras acciones en un momento posterior. Por otro lado, a medida que vayamos avanzando a lo largo del Modo Principal, nos iremos encontrando de manera constante con nuevos aliados e igualmente nos veremos involucrados en muchos enfrentamientos contra nuevos enemigos, aparte de que también notaremos que la gran mayoría de las misiones son realmente emocionantes y serán muy diferentes entre sí, además de que el juego cuenta con un buen Replay Value debido a las ramificaciones comentadas anteriormente.

Asimismo, a pesar de que Warhammer: Dark Omen solamente es capaz de soportar un máximo de dos jugadores simultáneos, batirnos en duelo contra un oponente humano constituye una experiencia bastante grata e interesante, ya que vamos a poder construir un gran ejército usando un cantidad predeterminada de recursos en un lapso de tiempo específico, mientras se nos brinda la posibilidad de elegir entre una amplia lista de tropas correspondientes a cualquiera de las facciones aliadas, tales como los Pieles Verdes o los devastadores ejércitos de los No-Muertos. Posteriormente, seremos trasladados hasta uno de los escenarios disponibles donde nos enfrentaremos a nuestro adversario y le demostraremos quien es el que manda, aparte de que las batallas dentro de este juego son muy rápidas y brutales, ya que ambas partes estarán inevitablemente obligadas a entrar en conflicto con la constante amenaza representada por la figura de las unidades de artillería, las cuales como bien sabemos, cuentan con un potencial de destrucción muy superior al de las demás.

Apartado Gráfico

Ahora bien, en lo que respecta a las gráficas de este juego, bien podemos decir que Warhammer: Dark Omen presenta una apariencia visual relativamente buena, aunque una de las cosas que más sobresalen aquí consiste en los diferentes paisajes creados en tres dimensiones, de modo que las verdes colinas ondulantes, los acantilados, los parapetos del castillo, los árboles y las cascadas tienen un aspecto muy colorido y que en realidad es muy llamativo, aparte de que estos escenarios también tienden a ser muy realistas, ya que nuestras unidades de infantería tendrán muchos problemas al momento de escalar las pendientes más pronunciadas, mientras que los arqueros tendrán mejores resultados al situarse en los terrenos que sean más elevados, lo que a final de cuentas les otorgará una mejor visibilidad al momento de atacar. Igualmente, es de destacar que los soldados están muy bien animados en base a un conjunto de gráficos bidimensionales, siendo fáciles de distinguir en todo momento, aparte de que los cadáveres permanecerán en el campo de batalla de forma indefinida, contribuyendo así a darle aún más realismo a este juego, aunque todos los retratos utilizados para representar a los diferentes personajes con únicos, realistas y expresivos, siendo capaces de dotar a este título de mucho carácter y otorgarle cierta personalidad.

Apartado Sonoro

Ya por último, y en lo concerniente al apartado sonoro, tenemos que Warhammer: Dark Omen cuenta con una banda sonora muy buena y que presenta un carácter predominantemente militar, siendo perfectamente capaz de compenetrarse de la manera más adecuada posible con la mayoría de las situaciones que suelen presentarse a lo largo de las diferentes campañas, aparte de que estas no llegarán a resultar para nada tediosas a pesar de que se estarán repitiendo de manera constante durante las batallas, algo que se debe en gran parte a que los momentos de acción son tan absorbentes que apenas notaremos este tipo de detalles. Por otro lado, al igual que en la entrega anterior, en Warhammer: Dark Omen vamos a poder escuchar muchas voces de gran calidad, las cuales son evidentemente muy superiores a las que podemos encontrar en cualquier otro juego de este tipo disponible en el mercado, de modo que estas constituyen uno de los elementos que ayudan notablemente a sumergir a los usuarios en el juego, al tiempo que le otorgan cierta profundidad, aparte de que los efectos de sonido a nivel general son más que aceptables, debido a que todos cumplen muy bien con su función, por lo que desde el principio de nuestra aventura escucharemos el zumbido de las flechas, el ruido de los cañones disparando, el clamor de las tropas en pleno forcejeo y el inconfundible sonido emitido por las unidades de caballería.