Indice de temas de este post
Prisoner of War, Estamos Ante Otro Videojuego Inspirado en la Segunda Guerra Mundial que Nos Ofrece una Experiencia de Juego Totalmente Diferente a la que Podemos Encontrar en la Gran Mayoría de las Propuestas de Guerra Disponibles en el Mercado
Recreando el Escape de un Campo de Concentración
Tomando siempre en cuenta el orden establecido en la nueva programación que hemos preparado para la semana en curso, tenemos que ahora es el turno de abordar otra propuesta que toma como fuente de inspiración la infame Segunda Guerra Mundial, un conflicto bélico que suele ser utilizado con mucha frecuencia por la gran mayoría de las empresas desarrolladoras de videojuegos alrededor del mundo, las cuales han introducido al mercado una amplia variedad de propuestas para casi todos los géneros existentes, de modo que hoy en día podemos encontrar juegos de guerra basados en la Segunda Guerra Mundial que nos permiten revivir este conflicto como un shooter con perspectiva en primera o tercera persona, mientras nos permiten interactuar de diversas maneras con diversos tipos de armamentos, equipos y hasta algunos vehículos de combate, mientras que otros se enfocan más en el uso de la estrategia y las tácticas de combate, por lo que toda la acción puede llevarse a cabo en base a un sistema de turnos al puro estilo Risk, o bien, de una forma más dinámica y compleja gracias a la inclusión de un sistema completamente basado el tiempo real, aunque si bien es cierto que otros juegos han llegado incluso a centrarse más en diversos aspectos relacionados con la simulación de vehículos específicos, tales como los aviones de combate, tanques de guerra y hasta embarcaciones acorazadas. Por otro lado, son realmente muy pocas las propuestas que han ido mucho más allá al permitirnos recrear el espíritu de la Segunda Guerra Mundial desde otros puntos de vista más originales, tal es el caso del juego que revisaremos en breve, pero antes de que procedamos a abordarlo en profundidad, es necesario conocer un poco acerca de un par de propuestas que hemos tenido el placer de revisar previamente a fin de que podamos comprenderlo mejor y hacer algunas comparaciones importantes, siendo la primera de ellas un título que fue especialmente diseñado para funcionar en el mítico Nintendo Entertainment System por allá en el año 1989, aunque si bien es cierto que vio la luz por primera vez durante el año 1988 en los famosos sistemas de entretenimiento Arcade, tras lo cual terminaría siendo portado a la genial consola casera de 8 bits desarrollada por la Gran N, de modo que los responsables de su creación no eran otros más que los genios de SNK, recordados con mucho cariño por ser quienes nos trajeron grandes títulos de guerra, tales como el fabuloso Ikari Warriors en todas sus versiones y el controversial Guerrilla Wars, el cual nos permitía controlar al Che Guevara o Fidel Castro durante la toma de la isla de Cuba.
En relación a esto último, el título en cuestión fue publicado bajo el nombre de P.O.W y su argumento nos presenta a un prisionero de guerra al cual podremos controlar desde el primer momento, el cual debe encontrar la manera más adecuada de escapar del campamento en donde se encuentra confinado actualmente, aunque de alguna forma no especificada, nuestro héroe parece tener acceso a algunos explosivos muy potentes que utiliza en un momento dado para abrir la puerta de su celda, tras lo cual comienza la primera parte de nuestra aventura, por lo que a medida que vayamos luchando sin descanso por todo el campamento, llegará el momento en el que finalmente lograremos llegar hasta una la sala de comunicaciones donde podremos llamar a nuestros compañeros, quienes nos estarán esperando afuera con un transporte para luego llevarnos hasta un lugar mucho más seguro, pero debido al hecho que no es posible encontrar ningún mapa a lo largo del camino, asumimos que el protagonista de esta historia ya conoce de antemano el trazado completo del campamento, y más exactamente la forma más adecuada para llegar hasta la sala de comunicaciones anteriormente señalada. En este mismo sentido, también continua siendo una pregunta sin respuesta el cómo este valiente soldado que podíamos controlar aquí logró ser capturado en primer lugar y puesto en un campamento de prisioneros, ya que el mismo cuenta con una capacidad asombrosa para derribar a una gran cantidad de soldados enemigos con nada más que sólo sus puños, aunque debido a la naturaleza propia de este título especialmente diseñado para los Arcade y para el Nintendo Entertainment System creemos que es irrelevante cuestionar la profundidad de la historia, ya que es un simple juego del género Arcade totalmente encaminado a lograr que la gente lo juegue una y otra vez, razón por la cual no atrae a las personas con una historia que sea lo bastante compleja e interesante como en otros juegos más modernos, pero a pesar de ello, hubiera sido realmente bueno tener una pequeña explicación por más sencilla que sea del por qué él está allí, así como más detalles sobre el plan de escape.
De igual manera, la otra propuesta que revisamos hace unos cuantos meses en este espacio y que es necesario recapitular como introducción obligatoria para el juego sobre el cual hablaremos más adelante, llegó a nosotros bajo el particular nombre de Metal Gear Solid, siendo esta una de las mejores creaciones del gran maestro Hideo Kojima, creador indiscutible de la popular serie conocida como Metal Gear, el cual apareció para el PSX o Playstation One de la Sony Computer Entertainment a finales de la década de los 90 tratándose de una especie de secuela de las entregas que fueron anteriormente publicadas para el extinto sistema MSX2, de modo que en este interesante videojuego especialmente enfocado en el espionaje se nos permitía controlar a un personaje conocido como Solid Snake quien hacía las veces de protagonista, mientras recorríamos todas las fases del juego evitando ser detectados por las unidades que estaban siendo controladas por el sistema de inteligencia artificial, aunque la detección era provocada casi siempre por nosotros mismos cuando ingresábamos en el rango de visión de un enemigo, lo que traía como consecuencia la activación de una alarma cuya función consistía en atraer a más unidades enemigas fuertemente armadas hasta la ubicación donde nos encontrábamos. En este mismo sentido, lo anterior también trasladaba el juego a un «modo de alerta» durante el cual debíamos hacer todo lo posible por ocultarnos de la vista del enemigo y permanecer inmóviles tras algún punto de cobertura con la esperanza de no ser detectados nuevamente, tras lo cual se daba paso al “modo de evasión” y una vez que el contador lograba alcanzar el nivel cero, el juego regresaba al “modo de infiltración” en donde las unidades enemigas retomaban sus actividades cotidianas creyendo que nuestro personaje se había escapado del lugar, además de que el radar no podía utilizarse mientras nos encontrábamos en el modo de alerta o evasión, pero más allá de su jugabilidad evidentemente basada en todo lo relacionado con el sigilo, en Metal Gear Solid era posible vernos envueltos en otro tipo de situaciones aún más complicadas, tales como algunos intensos tiroteos entre nuestro personaje y las unidades controladas por el sistema, aparte de que la trama de Metal Gear Solid seguía muy de cerca las actividades de nuestro soldado quien lograba infiltrarse en el interior de una instalación de armas nucleares, esto con la intención de neutralizar a una amenaza terrorista representada en la forma de la FOXHOUND, la cual consistía una unidad de fuerzas especiales de carácter renegado.
Dentro de este mismo marco, procederemos entonces a dar inicio a la revisión correspondiente a una nueva propuesta de guerra que ha llamado muy poderosamente nuestra atención desde que supimos sobre su existencia, trayendo como resultado su eventual inclusión en nuestra extensa lista de juegos imprescindibles para cualquier jugador, la cual se relaciona con los títulos descritos de manera previa por varias razones específicas, pues en primer lugar parte de la misma idea detrás de aquel lanzamiento llamado P.O.W. y que pudimos probar hacer ya mucho tiempo atrás para el legendario Nintendo Entertainment System, ya que aquí tendremos a un prisionero de guerra cuyo objetivo principal será escapar de su cautiverio, mientras que las similitudes de este juego con Metal Gear Solid consisten en que se nos permitirá utilizar el sigilo para lograr la superación de objetivos específicos, por lo que bien podría decirse que hay mucha influencia de Metal Gear en su interior, algo que no es muy extraño, dada la extrema popularidad de esta interesante franquicia ideada originalmente por el gran maestro Hideo Kojima, aunque muy a pesar de estas similitudes con los lanzamientos de otras series disponibles en el mercado, la propuesta que estaremos revisando seguidamente constituye en sí misma un juego muy diferente a los demás títulos especialmente enfocados en el sigilo y en las temáticas de guerra, esto se debe principalmente al hecho de que aquí se ha dejado totalmente de lado la violencia cruda, lo a su vez significa que no moriremos en el juego, pues en su lugar se nos invitará a cesar en el desempeño de nuestras actividades, hasta que finalmente nos disparen y terminemos en la enfermería en lugar de una tumba, de modo que el título sobre el cual estaremos haciendo referencia en lo que resta del presente artículo llegó a occidente bajo el nombre de Prisoner of War, consistiendo en un videojuego especialmente enfocado en el sigilo que cuenta con una perspectiva en tercera persona, siendo desarrollado en su totalidad por una empresa llamada Wide Games, mientras que los veteranos de Codemasters fueron los encargados de todos los detalles en relación a su posterior publicación a nivel mundial. De esta forma, el lanzamiento al mercado de esta interesante propuesta comenzaría a tener lugar en algún momento durante el transcurso del año 2002, por lo que desde entonces fue posible encontrarla en las estanterías de la gran mayoría de las tiendas especializadas, estando disponible para los propietarios de la consola casera Xbox de la Microsoft, aunque si bien es cierto que también existe una versión especialmente diseñada para funcionar en la potente Playstation 2 de la Sony Computer Entertainment, además de otra para los usuarios de los ordenadores caseros que cuentan con la plataforma Windows de Microsoft como sistema operativo, por lo que este título cuenta solamente con una Modo que ofrece una experiencia exclusiva para un solo jugador, aparte de que en ningún momento será posible luchar y menos aún acabar con la vida de las unidades que estén siendo controladas por la facción contraria, siendo esta una característica muy extraña para un juego enfocado en la guerra, siempre en comparación con las demás propuestas de este tipo que podemos encontrar disponibles en el mercado para los diferentes sistemas y plataformas.
Características Principales
Aparte de ello, tenemos que el juego en cuestión dará inicio brindándonos la oportunidad de asumir el rol de un tal capitán Stone, un individuo de origen norteamericano que se encuentra encerrado en un campamento de pequeñas dimensiones junto con otros tantos prisioneros de guerra, mientras vamos estableciendo un contacto directo con los demás individuos que han sido privados de su libertad y recorremos todos los alrededores del campamento llevando a cabo diversas tareas específicas con la intención de ayudar a otros prisioneros, quienes a su vez nos recompensarán brindándonos todo el apoyo posible para que encontremos la mejor forma de escapar de allí, además de que también es posible robar ciertas cantidades de dinero dentro del campamento, así como también otras cosas curiosas tales como caramelos y cigarrillos, los cuales vamos a poder cambiar más adelante por un poco de pintura facial que puede ser usada para oscurecer el rostro de nuestro héroe y así evitar que sea detectado por el enemigo al escabullirse por la noche, pero más allá de todo esto, en un momento dado descubriremos que un individuo conocido como JD finalmente será atrapado y llevado al campamento, de modo que con la información que JD facilita a nuestro héroe se comienza a planificar un primer intento de escape, pero después de que se llevará a cabo el mencionado plan, nuestros héroes pronto son capturados por un tal general Stahl, quien asesina a JD, ya que este último se negaba a rendirse, por lo que Stone no tiene más opción que seguir las órdenes del general para poder mantenerse con vida durante mucho más tiempo, lo que a final de cuentas hace que Stone desarrolle un odio bastante profundo hacia este oficial que permanece con él durante el resto de las hostilidades. Sin embargo, ya para más adelante Stone es trasladado a Stalag Luft donde inmediatamente establece contacto con un oficial británico amistoso y con un oficial polaco hostil que dirige el Comité de Escape, aunque poco tiempo después de escapar a través de un túnel abandonado, nuestro héroe es capturado nuevamente, pero esta vez por una patrulla alemana, tras lo cual es enviado hasta el infame Castillo de Colditz, aunque mucho más adelante Stone es enviado en una misión por el comité de escape para robar algunos documentos alemanes secretos y para tomar fotos de un nuevo cohete modelo V2 que está siendo construido en el interior del campamento por parte de los alemanes, lo que asegura que los bombarderos aliados no ataquen a los responsables de su creación o descubran lo que están tramando detrás de sus muros, tras lo cual el comité de escape procede inmediatamente a analizar exhaustivamente el documento robado a los nazis y concluye que ya no tienen el tiempo suficiente para establecer contacto con Londres por medio del correo, razón por la cual deciden ejecutar el plan B.
En relación a esto último, nuestro protagonista es enviado con la intención de llamar a los bombarderos por medio de la utilización de la radio alemana, por lo que cuando las alarmas comienzan a sonar, los prisioneros se disponen a preparar una fuga masiva, lo que ocasiona que el malvado general Stahl ordene el lanzamiento del cohete secreto de forma inmediata, así que Stone logra dirigirse hasta el laboratorio y allí se esconde de los alemanes mientras intenta desactivar el mencionado cohete, aunque mientras lo anterior sucede, descubriremos que el general Stahl está completamente decepcionado con el funcionamiento de los cohetes, razón por la cual decide retirarse al Castillo de Colditz para centrarse en los experimentos secretos que se llevan a cabo en aquel lugar, de modo que de vuelta en el patio del Castillo de Colditz, nuestro héroe se descubre en el baúl del coche del general, pero más adelante el comité de escape le revela a Stone que Harding estaba llevando a cabo la construcción del famoso “Colditz Glider” justo en el interior del ático de la capilla, por lo que nuestro héroe finalmente encuentra las piezas necesarias para completar el planeador, logrando así escapar con éxito del infame castillo, no sin antes acabar con la vida del general Stahl en el proceso. Partiendo de lo anterior, debemos admitir que el trasfondo histórico detrás de este juego es bastante básico, pero hace muy bien su trabajo en mostrarnos el cómo alguien del calibre de Jack Stone terminó en todo este aprieto, además de que a lo largo del juego, la historia irá tomando algunos giros imprevistos y varias vueltas muy curiosas, aunque si bien es cierto que ninguna de ellas nos tendrá justo en el borde de nuestro asiento, sino que más bien sirven para proporcionarnos una breve experiencia de corte cinematográfica entre cada una de las misiones que integran el Modo Principal, por lo que a medida que le dediquemos unas cuantas horas más al juego comprobaremos que la mediocridad abunda por todos lados, lo que claramente significa que los desarrolladores de este juego realmente no han sido capaces de demostrar mucha creatividad en relación con el contenido de la trama, ya que se siente como si estuvieran escribiendo unas cuantas escenas para darles así una excusa que les permita presentarnos un conjunto de misiones que ya habían diseñado de manera previa, aparte de que tal vez si los fabricantes se hubiesen tomado el tiempo para ver «The Great Escape» antes de escribir la historia, las cosas probablemente habrían sido mucho mejores.
Por otra parte, es claro que la gran mayoría de los personajes y de los eventos presentes en Prisoner of War de Codemasters se han inspirado en los diversos iconos del drama cinematográfico de guerra, de modo que este es un juego totalmente lleno de enojados guardias alemanes, desagradables comandantes de campamento y prisioneros dotados con una gran astucia, los cuales van desde los ávidos y cómicos hasta los más fríos y cínicos, además de que sus lealtades vacilarán casi tanto como nuestros dedos temblorosos cuando estamos preparados para correr entre dos desatentos guardias alemanes, así que una vez empecemos a jugar notaremos que la estrella del juego es, sin lugar a dudas, el capitán Lewis Stone, quien fuera abatido y separado de su copiloto durante una importante misión de vigilancia llevada a cabo sobre las líneas alemanas, poco antes de ser puesto bajo custodia en un campo de concentración alemán, esperando así su posterior traslado hasta Stalag Luft 1. En este mismo sentido, con esta premisa nunca puesta en duda, fuimos capaces de envolvernos en los diversos acontecimientos en relación a la historia, pero incluso en esta etapa temprana la falta de pulido en el juego terminó por llamar poderosamente nuestra atención, al tiempo que notamos como la cinemática de apertura establecía el tono para el diálogo durante todo el transcurso del juego con líneas francas que se hablaban bien, pero sin tener el flujo natural de una conversación, de modo que para un juego que será recordado por la fuerza de su capacidad para retratar el período más difícil de la guerra, las brechas irritantes en el discurso fijaron el tono incorrecto, además de que tal y como ya señalado justo al principio de la revisión, uno no se puede morir en este juego, pues si los guardias alemanes nos atrapan haciendo algo sospechoso, como lanzarles piedras o usar pintura facial de color negro en plena luz del día, inmediatamente sacarán un arma y a continuación procederán a ordenarnos cesar en nuestras actividades, por lo que si nos congelamos en el acto y nos entregamos, estaremos en confinamiento solitario durante unos cuantos días, siendo despojados de cualquier objeto valioso que llevemos encima, pero si en lugar de ello corremos ignorando todas las advertencias, descubriremos que será algo mucho más emocionante que la opción anterior, pero usualmente esto resultará ser inútil, ya que los soldados abrirán fuego y luego nos despertaremos una semana más tarde en la enfermería.
En concordancia, es claro que la cosa aquí se trata de ser un buen recluso durante la mayor parte del tiempo para poder hacer las cosas bien, aunque si grabamos la partida antes de hacer algo muy arriesgado, definitivamente no tendremos nada de qué preocuparnos, ya que la caída representada en la falta de castigo mortal hará que el suspenso que llegaremos a sentir justo al comienzo del juego se desgaste, especialmente una vez que nos hayamos dado cuenta de que nunca estaremos en peligro real, además de que el simple hecho de movernos durante la rutina diaria del campamento nos dará el tiempo suficiente para poder aprender a manejar los controles, los cuales por cierto son un poco extraños, pero cuando estemos jugando en modo de sigilo, descubriremos que los movimientos de nuestro personaje deberán ser precisos para que este pueda esconderse detrás de una esquina antes de ser descubierto por el enemigo, de modo que más de una vez llegamos a sentir una gran ansiedad mientras intentábamos escalar una pared a toda prisa, y en lugar de saltar al otro lado como se suponía, Jack Stone se volvía y caía de nuevo al lado desde el cual había venido. Por otro lado, y aunque no son suficientes para hacerlo un éxito, el juego tiene algunos puntos buenos, ya que hace un buen trabajo al ofrecernos misiones con una dificultad progresivamente creciente, aunque también tiene un matiz de carácter abierto, por lo que uno puede ir en una misión de reconocimiento con la intención de explorar una ruta que posteriormente nos llevaría hasta un objetivo antes de ponernos en peligro, o bien, uno puede deslizarse a través del campamento para recoger una amplia variedad de objetos valiosos que servirán para pagar a nuestros amigos por toda la información suministrada.
Apartado Gráfico y Sonoro
Ahora bien, en lo que respecta a las gráficas de este juego, podemos señalar que todo el conjunto de elementos visuales presentes en Prisoner of War realmente no son malos, aunque parecía que este título tenía algunos problemas para mostrarlos en diferentes tipos de ordenadores, de modo que para empeorar todavía más las cosas, los desarrolladores del juego incluyeron todo un conjunto decepcionante de opciones dentro del mismo, por lo que no tendremos más opción que ajustar los gráficos a través de una consola especial ubicada fuera del programa, por lo que es una verdadera lástima que no hayamos tenido la oportunidad de probar el juego en otras computadoras para comprobar adecuadamente su rendimiento, pero cuando los gráficos funcionan de la mejor manera posible, nos sentiremos como si en realidad nos encontráramos presentes en un verdadero campo de prisioneros controlado por los soldados alemanes, al menos desde una perspectiva más cinematográfica que en la vida real, aparte de que los modelos correspondientes a cada uno de los personajes son lo suficientemente suaves, pero aún así parece que los programadores le prestaron muy poca importancia a este aspecto, ya que los modelos tienden a repetirse en los múltiples campamentos que podremos visitar a lo largo de toda nuestra aventura. Por otro lado, y en lo concerniente al apartado sonoro, descubriremos que la música de fondo es sorprendentemente buena, ya que por lo general hace un buen trabajo al discernir cuándo debe brindar suspenso y cuando debe ser más casual, contando igualmente con una buena calidad tanto a nivel de grabación como de composición, de modo que cuando estamos de pie en el patio de recreo, la música suele ser muy tranquila, pero si de repente nos subimos a una valla o logramos entrar en un área restringida, la música se adaptará automáticamente a esta nueva situación, siendo evidentemente mucho mejor durante el transcurso de la noche, justo cuando estamos en el modo sigiloso, aunque si bien es cierto que hay muy pocos efectos de sonido de todos modos, y ya que hablamos de los efectos de sonido incluidos dentro del juego, podemos decir que estos son suficientes y pasables, al tiempo que las actuaciones de voz suenan de una manera muy profesional, pero a la larga notaremos que no son tan dramáticas como intentan ser desde el principio.
Resumen
Procederemos entonces a dar inicio a la revisión correspondiente a una nueva propuesta de guerra que ha llamado muy poderosamente nuestra atención desde que supimos sobre su existencia, trayendo como resultado su eventual inclusión en nuestra extensa lista de juegos imprescindibles para cualquier jugador, la cual se relaciona con los títulos descritos de manera previa por varias razones específicas, pues en primer lugar parte de la misma idea detrás de aquel lanzamiento llamado P.O.W. y que pudimos probar hacer ya mucho tiempo atrás para el legendario Nintendo Entertainment System, ya que aquí tendremos a un prisionero de guerra cuyo objetivo principal será escapar de su cautiverio, mientras que las similitudes de este juego con Metal Gear Solid consisten en que se nos permitirá utilizar el sigilo para lograr la superación de objetivos específicos, por lo que bien podría decirse que hay mucha influencia de Metal Gear en su interior, algo que no es muy extraño, dada la extrema popularidad de esta interesante franquicia ideada originalmente por el gran maestro Hideo Kojima, aunque muy a pesar de estas similitudes con los lanzamientos de otras series disponibles en el mercado, la propuesta que estaremos revisando seguidamente constituye en sí misma un juego muy diferente a los demás títulos especialmente enfocados en el sigilo y en las temáticas de guerra, esto se debe principalmente al hecho de que aquí se ha dejado totalmente de lado la violencia cruda, lo a su vez significa que no moriremos en el juego, pues en su lugar se nos invitará a cesar en el desempeño de nuestras actividades, hasta que finalmente nos disparen y terminemos en la enfermería en lugar de una tumba, de modo que el título sobre el cual estaremos haciendo referencia en lo que resta del presente artículo llegó a occidente bajo el nombre de Prisoner of War, consistiendo en un videojuego especialmente enfocado en el sigilo que cuenta con una perspectiva en tercera persona, siendo desarrollado en su totalidad por una empresa llamada Wide Games, mientras que los veteranos de Codemasters fueron los encargados de todos los detalles en relación a su posterior publicación a nivel mundial. De esta forma, el lanzamiento al mercado de esta interesante propuesta comenzaría a tener lugar en algún momento durante el transcurso del año 2002, por lo que desde entonces fue posible encontrarla en las estanterías de la gran mayoría de las tiendas especializadas, estando disponible para los propietarios de la consola casera Xbox de la Microsoft, aunque si bien es cierto que también existe una versión especialmente diseñada para funcionar en la potente Playstation 2 de la Sony Computer Entertainment, además de otra para los usuarios de los ordenadores caseros que cuentan con la plataforma Windows de Microsoft como sistema operativo, por lo que este título cuenta solamente con una Modo que ofrece una experiencia exclusiva para un solo jugador, aparte de que en ningún momento será posible luchar y menos aún acabar con la vida de las unidades que estén siendo controladas por la facción contraria, siendo esta una característica muy extraña para un juego enfocado en la guerra, siempre en comparación con las demás propuestas de este tipo que podemos encontrar disponibles en el mercado para los diferentes sistemas y plataformas.