For Honor (Xbox 360)

For Honor, Los Veteranos de Ubisoft le Apuestan a una Idea Bastante Descabellada y que Parece Funcionar Muy Bien en las Consolas Caseras, Ya que Nos Presenta un Escenario Medieval Fantástico de Supervivencia que Combina a los Mejores Guerreros de Tres Culturas Diferentes Poniendo a Prueba sus Habilidades Desde el Primer Momento

La Lucha Eterna por el Honor

Llevamos toda la semana trabajando muy duro en el artículo correspondiente a la cada vez más popular saga Battlefield que finalmente hemos logrado culimnar de manera satisfactoria, en donde por cierto abordamos una gran cantidad de detalles muy interesantes acerca del nacimiento de esta gran franquicia de disparos con perspectiva en primera persona, la cual como bien sabemos ha tenido que defenderse y sobrevivir por si sola en un medio bastante competitivo bajo la sombra de dos enormes franquicias representadas en la forma de la serie Medal of Honor, originalmente creada por los genios de Dreamworks Interactive como un juego especialmente diseñado para la PSX de la Sony, y la revolucionaria franquicia Call of Duty, siendo esta última una serie principalmente para los ordenadores y el resultado del gran esfuerzo de Infinity Ward, quienes recibieron una enorme influencia de algunas de las mejores entregas de Medal of Honor, aunque muy a pesar de ello, la serie Battlefield ha demostrado que se puede transitar un mismo camino partiendo de un enfoque completamente distinto o al menos con algunas ideas interesantes que hagan mucho más placentero el viaje, de modo que estas ideas han dado como resultado la inclusión de un apartado Multiplayer muy bien cuidado y de gran calidad, siendo esta una característica vital que echan en falta sus competidores directos, poseedores de Modos Multiplayer muchos más básicos y sencillos, aparte de que ni siquiera los títulos de la serie Call of Duty han logrado opacar la enorme repercusión de los títulos de la serie Battlefield dentro de la comunidad en línea a nivel mundial. Por otro lado, una vez que logramos terminar el artículo dedicado a la historia de Battlefield y la descripción de las mejores entregas de dicha serie, llegó el turno de abordar otra propuesta totalmente alejada de los enfrentamientos multitudinarios a nivel terrestre con unidades de infantería y similares, lo cual a final de cuentas, resultó ser un gran respiro para nosotros, ya que pudimos sumergirnos en una aventura muy diferente y que consistía en el manejo de un submarino alemán (U-boat) durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, de modo que esta otra propuesta no era más que la segunda entrega de la clásica serie Silent Hunter, la cual logramos revisar con lujo y detalles gracias a que contamos con una copia en formato físico, así que aprovechando la oportunidad, nos dimos a la tarea de intentar hundir unos cuantos barcos aliados mientras interactuábamos con diversos aspectos en relación al submarino que estábamos controlando, pero al cabo de un rato, descubrimos que este juego contenía una cantidad de errores realmente abismal, aunque afortunadamente pudimos jugarlo el tiempo suficiente como poder preparar una revisión bastante profunda, además de que necesitábamos terminar pronto con el artículo correspondiente a Silent Hunter 2, pues aún nos faltaba ponernos frente al mando de la Xbox 360 para poder concentrarnos en un título recientemente lanzado al mercado y que involucra la participación de varias clases de guerreros en un ambiente Medieval fantástico.

En relación a esto último, el presente artículo estará dedicado a esa particular propuesta de guerreros medievales para la consola casera de la Microsoft, pero antes de entrar de lleno en materia, recordaremos la experiencia que tuvimos con una propuesta bastante alocada, la cual al igual que el título que abordaremos en breve, parte de una premisa que a muchos podría parecerles un total disparate, ya que nos permite sumergirnos en un ambiente de guerra donde en lugar de asumir el rol de una facción específica con la intención de participar en una batalla multitudinaria, se nos brinda la posibilidad de controlar una de esas carrozas de guerra creadas por los romanos para las competiciones y las batallas, de modo que como era de esperarse en cualquier juego de carreras de carros que se precie, el objetivo del juego en Circus Maximus: Chariot Wars es correr carruajes mientras prestamos atención a algunos detalles adicionales, además de que las carreras tienen lugar en varios cursos, estando todos ellos repartidos a lo largo de todo el Imperio Romano, desde las verdes y agradables tierras de Britannia hasta los arenosos desiertos de Alejandría, así que se supone que los romanos llegaron a construir para la época una gran cantidad de caminos largos y rectos, pero si estos hubiesen sido incluidos aquí no ayudarían en lo más mínimo para hacer que el juego fuera más emocionante, por lo que las carreteras que se diseñaron especialmente para este título son mucho más variadas, incluyendo un montón de baches, vueltas y hasta terrenos cambiantes, así como también algunas zonas repleta de agua, aparte de que también existe un par de modos disponibles en este juego que son: el Modo Arcade y el Modo Torneo. En este mismo sentido, el Modo Arcade nos permite participar en una carrera rápida que se llevará a cabo en cualquier curso que hayamos elegido previamente, mientras que en el Modo Torneo, es posible jugarlas todas en orden, además de que no todos los cursos están inicialmente disponibles en el Modo Arcade, pues buena parte de ellos necesitan ser desbloqueados a través del juego de torneo, aunque cualquiera que sea el modo que elijamos para jugar, en ambos habrá que elegir un carro específico, un jinete y un luchador para el mismo, al tiempo que el nivel de personalización que tendremos aquí supera el muchos otros juegos de carreras, tales como el legendario Gran Turismo, a la vez que las carrozas, los jinetes y hasta los combatientes tienden a ser representativos de varias regiones geográficas, tales como Roma, Grecia o África, por lo que luego de haber elegido un modo de juego determinado, nuestro vehículo, su jinete, y el luchador serán ubicados en algún lugar antes de empezar la carrera, tras lo cual la diversión dará comienzo, aparte de que el manejo de los carros se hace bastante impresionante en este juego con ellos siendo controlados de una manera bastante realista.

En vista de ello, el girar demasiado rápido o tomar un camino en un ángulo torpe, traerá como resultado un aparatoso accidente, pero afortunadamente es posible intentar evitar un desplome por medio de alguna que otra maniobra hábil, ya que las carrozas utilizadas en este juego son tiradas por caballos, razón por la cual unos cuantos azotes a los mismos nos permitirá acelerar si en algún momento necesitamos de un impulso exta, además de que algo que contribuye en añadir más variedad al juego consiste en el hecho de que a veces necesitaremos realizar una acción específica para evitar los obstáculos de nivel bajo, tales como puertas, puentes, y así sucesivamente, al tiempo que también hay atajos a lo largo del camino, lo que nos puede ahorrar un poco de tiempo durante el transcurso del viaje, puesto que el juego en sí no es sólo acerca de carros de carreras, ya que también es posible golpear a los demás competidores, de modo que aferrándose a la vida en la parte de atrás de nuestra carroza estará el luchador, quien tendrá como objetivo atacar al combatiente ubicado en la parte trasera de los carros controlados por los otros competidores, aunque esto no es algo que se hará de forma automática, ya que tendremos que luchar por nuestra propia cuenta, por lo que tras derrotar a nuestro competidor, este obligará a su carro salir de la carretera por un momento o quizás dos, pero es importante tener en cuenta que lo mismo nos pasará a nosotros si llegamos a ser derrotados de la misma forma, aparte de que estarán dispersos alrededor de cada uno de los niveles algunos power-ups muy útiles que ofrecen ciertas ventajas tales como velocidad extra, reabastecimiento de energía, fuerza extra y otros poderes igualmente interesantes.

Ante todo lo expuesto anteriormente, consideramos que ha llegado el momento de abordar una nueva propuesta de guerra que constituye uno de los lanzamientos más recientes que podemos encontrar disponibles en el mercado, por lo que supimos sobre su existencia luego de investigar un poco sobre el asunto y ver algunos videos donde se mostraban algunas cosas realmente interesantes, así que no dudamos ni un segundo en incluirlo en la programación correspondiente a esta semana, pues de esta forma podríamos dedicarle el tiempo suficiente para preparar una revisión detallada, además de que el título en cuestión se relaciona con el descrito en párrafos anteriores por el simple hecho de partir de una idea algo descabellada y por inspirarse en una época pasada, aunque en este caso en particular, el periodo histórico seleccionado ha sido la Edad Media, la cual es abordada desde una perspectiva un tanto fantástica, mientras se nos permite asumir el rol de algunos guerreros provenientes de dicha era y de diferentes culturas alrededor del mundo, tales como los caballeros, los samurái y los vikingos, aunque lo realmente disparatado de todo el asunto tiene que ver con el hecho de que vamos a tener a los guerreros históricos antes mencionados juntos en un mismo entorno, siendo esto algo bastante extraño si lo meditamos por unos segundos, pero que le vamos a hacer, pues los argumentos de fantasía se prestan casi siempre para este tipo de cosas, de modo que el título sobre el cual estaremos haciendo referencia en lo que resta del presente artículo, llegó a esta parte del mundo bajo el nombre de For Honor, consistiendo en un videojuego del género acción que combina algunos elementos propios de los juegos del tipo Hack and Slash y los de pelea, todo ello bajo una perspectiva en tercera persona, siendo desarrollado en su totalidad por el genial equipo de Ubisoft Montreal, mientras que los veteranos de Ubisoft fueron los encargados de todos los detalles en relación a su posterior publicación a nivel internacional. De esta forma, el lanzamiento al mercado de esta interesante propuesta de índole medieval comenzó a tener lugar a partir del 14 de febrero del presente año, momento desde el cual ha sido posible encontrarla en las estanterías de la gran mayoría de las tiendas especializadas, estando disponible en formato físico para los usuarios de los ordenadores caseros que cuentan con la plataforma Windows de Microsoft como sistema operativo, aunque si bien es cierto que también se produjeron un par de versiones más de este juego, las cuales fueron especialmente diseñadas para funcionar en la consola casera Playstation 4 de la Sony y la poderosa Xbox One de la Microsoft, además de que el título en cuestión es capaz de ofrecer un Modo basado en una experiencia de juego exclusiva para un solo jugador, así como también otro que se centra muy especialmente en las partidas de carácter Multiplayer, aparte de que esta propuesta fue creada a partir de un potente motor gráfico conocido bajo el nombre de AnvilNext.

Características Principales

Asimismo, y en lo que respecta a la trama de este juego, tenemos que un señor (o mejor dicho señora) de la guerra denominada Apollyon ha conseguido hacerse con el control de los caballeros de la Legión Blackstone poco después de llevar a cabo el asesinato de sus rivales, los cuales luchan exclusivamente por y para proteger a la gente de la tierra de Ashfeld, permitiéndole de esta manera sembrar las semillas de la guerra perpetua en todo lugar y crear como resultado hombres más fuertes y mucho más aptos para ejercer el control sobre los individuos más débiles, de modo que durante el intento de la Legión Blackstone de llevar a Hervis Daubeny ante quien ahora se encarga de impartir la justicia, su segundo al mando, un individuo que se hacía llamar el Guardián, ayuda a evitar que se siga llevando a cabo el asedio de Blackstone, tras lo cual este mismo sujeto se ve envuelto en un intenso combate contra el más fuerte de los caballeros de la Legión de Blackstone, así que al lograr prevalecer frente al guerrero de Holden, el individuo conocido como el Guardián termina convirtiéndose en uno de los caballeros de la Legión Blackstone gracias a un tal Holden Cross, quien a su vez cumple sus funciones como teniente del señor de la guerra Apollyon y se va con él, aparte de que durante todo el tiempo que estuvo al servicio de Apollyon dentro de las filas de su ejército, el Guardián sirve de apoyo durante la defensa que fuera establecida contra un grupo de asaltantes vikingos del Warborn, pero pronto se da cuenta de una gran verdad, más específicamente luego de que se llevará a cabo una reunión con Apollyon, y que consiste en que este gran señor de la guerra en realidad no tiene como objetivo la protección de las personas inocentes, al tiempo que hace todo lo posible con la intención de manipular de distintas maneras a sus enemigos a través de combates perpetuos. Por otro lado, desde la aparición de los asaltantes vikingos, Apollyon y los guerreros a su servicio, estando entre ellos uno llamado Cross, el Guardián y sus compañeros tenientes Stone y Mercy, toman la decisión de realizar una acción ofensiva sobre sus asentamientos y posteriormente se disponen a saquear las fortalezas controladas por estos y que se encontraban ubicadas justo en la tierra septentrional de Valkenheim, dejándoles únicamente los suficientes víveres y otras cosas necesarias para mantenerse en combate, de modo que todos luchan con gran ahínco con el objetivo de hacerse con el control de estos remanentes, así que a causa de esto y debido a la brutalidad del combate, el Guardián toma la decisión de desertar de la Legión Blackstone, aunque al mismo tiempo otro miembro del grupo llega a la misma conclusión, por lo que poco tiempo después, en Valkenheim, los clanes vikingos combaten entre ellos, matándose unos a otros intentando hacerse con el control de los restos de la decadencia dejados atrás por Apollyon.

En relación a esto último, todo se mantiene de esta forma hasta que en un momento dado se da el descenso de las montañas de un poderoso guerrero conocido como el Raider, el cual inmediatamente se da a la tarea de reunir a los guerreros de los diversos clanes bajo la bandera de Warborn, aunque este guerrero no estará solo en su labor, ya que contará con el apoyo de Stigandr, la valquiria guerrera Runa y el berserker Helvar, por lo que primero decide acabar con un primer objetivo representado en la figura del brutal raider Ragnar, así comienza entonces una aventura que terminará enfrentándolos directamente contra las fuerzas de Apollyon en una lucha interminable por la búsqueda del honor y la gloria, de modo que partiendo de lo anterior, podemos señalar primeramente que durante hace algunos cuantos años, los veteranos de Ubisoft han estado liderando la carga hacia lo que a muchos nos gusta llamar la “Singularidad Sandbox”, siendo este el punto en el que todos los juegos de gran presupuesto no son más que propuestas “sandbox” de acción y aventuras solamente distinguidos unos de otros por su propia configuración, además de que al ser caracterizados por innumerables colecciones sin sentido, los protagonistas se enfocan en el olvido y en el recorrido de mapas extensos mientras buscan respuesta a algunas interrogantes cruciales, por lo que la Singularidad Sandbox ha estado consumiendo algunas franquicias venerables tales como Splinter Cell y hasta a los prometedores recién llegados Watch Dogs, aparte de que con lo anterior en mente, nuestra reacción inmediata al anuncio oficial del lanzamiento de una propuesta que básicamente trata de enfrentar a los caballeros contra los vikingos y los samurái al mismo tiempo fue de un inusitado interés, ya que teníamos mucha curiosidad por ver qué rayos podía ofrecer este nuevo y bizarro título traído a nosotros por la gente de Ubisoft, pero en realidad el juego en cuestión es muy diferente a todo lo que ellos (o cualquier otra empresa desarrolladora) haya lanzado en el pasado. En este mismo sentido, poco después de que tuvimos la oportunidad de finalmente poner las manos sobre el producto terminado y dejar atrás la beta, esa misma reacción aún continúa latente, pero lamentablemente ya no es tan intensa como antes, lo anterior debido a la gran decepción que representa la campaña simbólica del juego y las imperfecciones inevitables de un proyecto tan grande y ambicioso, además de que ningún aspecto de carácter único logra hacer que For Honor sea la experiencia tan excepcional que es, ya que se trata principalmente de una mezcla bastante compleja de una infinidad de ingredientes derivados de media docena de lugares diferentes, de modo que algunos de estos particulares componentes son puramente mecánicos, mientras que otros tienen que ver más con la mentalidad del jugador que emerge de su material de origen, al tiempo que el juego en cuestión debe mucho al género de pelea, pero más allá de la presencia de pausas de guardia y combos de carácter menor, en realidad no se juega como uno de esos títulos en lo que respecta al nivel funcional, puesto que en lugar de ello, es perfectamente capaz de captar el espíritu de juego de alto nivel tan propio del género en un espacio muy distinto y evidentemente mucho más amplio.

Igualmente, es importante destacar que los juegos de acción centrados en los combates cuerpo a cuerpo han pasado años desarrollando la fantasía de permitirnos participar activamente en una serie de combates armados, aunque para fortuna de nosotros, nos ahorran muchas horas de entrenamiento riguroso y la resolución necesaria para llevarlos a cabo en la vida real, pero For Honor, el juego de combate en arena con perspectiva en tercera persona basado en armas de la gente de Ubisoft, es muy diferente de otros lanzamientos del género acción especialmente centrados en los combates cuerpo a cuerpo, tales como el gran Dark Souls o los inmortales Dynasty Warriors, debido principalmente a que su sistema de combate es bastante simple en la superficie, pero la ejecución de sus tácticas más avanzadas requieren de una mente muy paciente, así como también de una comprensión concienzuda de su ritmo deliberado, además de que en realidad no hay muchos juegos como For Honor, el cual no es más que un juego de luchas increíblemente entretenido y que es muy satisfactorio tanto en su Modo Individual como en el apartado Multiplayer, muy a pesar de los defectos de carácter narrativo presentes en su Modo Historia, de manera que su mundo medieval directamente extraído de la fantasía está poblado por un total de apenas tres de las clases guerreras más icónicas de la historia y que consisten en los caballeros, los vikingos, y los samurái, tal y como ya habíamos señalado justo al principio, así que independientemente de la facción que hayamos elegido para jugar, lo cierto es que este título nos reta a restringirnos un poco y a mantener el autocontrol frente a un conflicto demasiado extenuante por decirlo de alguna manera, aparte de que la elegancia de su combate es a veces muy impresionante, puesto que fácilmente nos permite embriagarnos de la euforia de una victoria bien merecida, donde nuestra paciencia se mantuvo firme y nuestros reflejos estuvieron a punto. Por otro lado, es importante saber que este nuevo juego de Ubisoft se centra principalmente en los duelos de carácter uno a uno, aunque si bien es cierto que las batallas contra múltiples enemigos son algo muy común después de todo, además de que existen alrededor de unos 12 héroes diferentes para elegir, cada uno blandiendo su propia arma única y contando con un estilo de lucha en particular, mientras que el combate del juego resulta ser bastante simple y muy accesible para los jugadores principiantes, al tiempo que su mecánica tan profunda permite a los combatientes frecuentes desarrollar perceptiblemente sus propias habilidades, de modo que solo de esta manera se revelarán plenamente las fortalezas y debilidades de cada uno de los héroes disponibles, pues por ejemplo, el Nobushi, armado con sus lanzas, ofrece una amplia cantidad de ataques rápidos y de gran alcance, los cuales cuando se enfrentan a los golpes rápidos del Orochi, transforman la batalla en una lucha muy calculada en la que intervienen en cierta medida la gestión del espacio y la precisión, a la vez que cada momento que uno pasa en combate estará lleno de un enorme cantidad de posibilidades estratégicas, aparte de que el combate de For Honor fomenta constantemente el pensamiento adaptativo, proporcionando una profundidad y un equilibrio sustancial en su acción de momento a momento, así como también una multitud de enfrentamientos diversos.

Sin embargo, en algunas oportunidades, poner en práctica lo que se aprende es más que todo una prueba de paciencia, ya sea que estemos jugando contra oponentes humanos o contra unidades controladas por el sistema de inteligencia artificial, además de que las batallas son muy lentas y demasiado medidas, exigiéndonos diligentemente encontrar los puntos clave a través de toda una serie de movimientos sutiles y bien calculados, en lugar de hacerlo a través de la simple utilización de la fuerza bruta o del abuso de botones, así que como resultado, pasamos un buena cantidad de tiempo intentando adivinar los movimientos del oponente en lugar de atacarlo, además de que el ritmo de combate en sus primeras etapas parece bastante desordenado y puede llegar a ser percibido como algo desorientador, especialmente para aquellos usuarios que están acostumbrados a los juegos de pelea más rápidos, pero lo cierto es que una vez nos acostumbramos a su ritmo, nos daremos cuenta de que esta misma característica constituye el elemento más satisfactorio y placentero de For Honor, por lo que su ritmo lento es más como aprender un tipo determinado de baile, en el que uno no se ajusta en un primer momento a la complejidad y la velocidad de la coreografía, aunque después de la práctica repetida, lo anterior se convierte en un ejercicio muy gratificante que involucra todo lo relacionado con la memoria muscular, de modo que más allá de algunos vídeos informativos y algunas sesiones de práctica, la herramienta de entrenamiento más útil de For Honor consiste en su Modo de Historia con un carácter exclusivo para un solo jugador, al menos por un tiempo, el cual por cierto funciona más o menos como un tutorial que cuenta con una larga duración, colocándonos en distintos escenarios basados ​​en la historia y que nos enseñan los fundamentos más básicos del combate, pues por ejemplo, algunas etapas cumplen con la función de ofrecernos toda la información necesaria sobre cómo se manejan ciertos personajes y cómo se usan sus propias habilidades especiales (las cuales son llamadas Feats dentro del juego), mientras que otras sirven más para familiarizarnos con algunos de los Modos disponibles en el apartado Multiplayer. No obstante, es una verdadera pena que la narrativa que vincula estos escenarios en un todo sea un desastre sin sentido, ya que como señalábamos en párrafos anteriores un señor de la guerra llamado Apollyon, cuya intención consiste en asegurar un eterno periodo de guerra, instiga el conflicto apoderándose de todo el mundo, pero lo cierto es que su motivación es tan irracional, confusa, y poco clara que rara vez hace que su sola presencia sea entretenida, aunque mientras tanto, el grupo de hambrientos aficionados a la batalla encargados de brindarle apoyo está marcado por una caracterización bastante mediocre, esto debido a el hecho de que tienen muy poco que ofrecer al juego, siendo más como un conjunto de herramientas cuya finalidad consiste en mover la historia hacia adelante que viviéndola de verdad, al tiempo que tampoco ayuda el que sus modelos de personajes se tomen directamente desde el apartado Multiplayer, con diseños evidentemente reciclados y sin rostro que hacen muy difícil distinguirlos entre la multitud de otros personajes, además de que mientras el Modo de Historia cumple muy bien con su función de actuar como un tutorial preparatorio para el multijugador, hay momentos en que intenta ser mucho más ambicioso, pues a veces nos encontraremos dentro del mismo con piezas fijas, tales como un asedio desesperado contra un castillo japonés fuertemente fortificado o una rápida persecución a caballo.

Lamentablemente, estos momentos terminan resultando más monótonos que emocionantes, ya que típicamente consisten en batallas de carácter repetitivo contra decenas de oponentes controlados por el sistema de inteligencia artificial, cuyo objetivo ocasional consiste en interactuar con un objeto ubicado en los alrededores del ambiente, por lo que el intento de encadenarlos juntos en los combates cuerpo a cuerpo con una narración específica deja mucho que desear, además de que su duración aproximada de alrededor de seis horas contribuye en enseñarnos efectivamente su mecánica de base, pero en realidad sobrepasa su bienvenida mucho antes de la primera mitad con una narrativa muy fortuita e igualmente debido a que la inteligencia artificial tan simplista de muchos de los enemigos que encontraremos dentro del juego, es fácil ser más agresivo y complaciente durante el transcurso de los duelos, lo cual es un mal hábito que tiende a llevarse al apartado multijugador, así que cuando uno por fin aborda el Modo Multiplayer de For Honor, descubre la existencia de muchas modalidades que se pueden elegir, pero aún así la más variada y entretenida de todo el grupo es la que se conoce bajo el nombre de Dominion, la cual consiste en un modo 4v4 en el que nuestro personaje y su equipo trabajan juntos con la intención de capturar y mantener tres zonas específicas en un campo de batalla lleno de secuaces controlados por la AI, de modo que el correr de un punto a otro, defender una zona o trabajar con nuestros compañeros para obtener otras más constituye una experiencia muy estimulante, aparte de que en medio de todo esto, siempre hay una multitud de momentos emergentes que podemos experimentar, tales como correr heroicamente en la zona media y acabar con la vida de una gran cantidad unidades controladas por la IA teniendo como objetivo el capturar un punto determinado y dar una vuelta al rumbo de la batalla, o encontrarse acorralado en un puente completamente solo, mientras se lucha contra tres miembros del equipo contrario. Por otro lado, es una verdadera lástima que el combate en este modo puede llegar a ser demasiado caótico cuando no hay “respawns” en el final de la partida, por lo que esto a menudo hará que nosotros y nuestros compañeros de equipo ataquemos sin pensar para abrirnos camino a la victoria contra el último héroe en pie, pero muy a pesar de lo anteriormente señalado, la modalidad Dominion encapsula la sensación de una batalla medieval a gran escala en una escala mucho más pequeña, extrayendo la desesperación de una carga implacable y las peleas despiadadas con espadas que siguen en su estela, mientras que el modo Eliminación, por su parte, enfatiza y amplifica la complejidad de los duelos basados en equipo de For Honor, además de que es bastante sencillo en su premisa, puesto que se trata de un 4v4 cara a cara a muerte y sin respawns, a la vez que el combate es realmente emocionante y muy desafiante en este modo, especialmente cuando solo está nuestro personaje y un compañero de equipo para asegurar una victoria contra un escuadrón enemigo completo, por lo que uno puede llegar a comprender no sólo el cómo luchar contra múltiples enemigos al mismo tiempo, sino también a cómo juzgar cuándo y dónde es más apropiado hacerlo, aparte de que el aprender esto es a veces algo injusto, ya que la mala conciencia ambiental en una batalla contra múltiples enemigos a menudo puede significar una muerte segura, pero cuando los reflejos y la capacidad de manipular estos factores trabajan a nuestro favor, es difícil no sentir una satisfacción abrumadora al darnos cuenta de cómo el juego hace posible que ganemos en contra de todas las probabilidades.

Apartado Gráfico y Sonoro

Ahora bien, en lo que respecta a las gráficas de este juego, tenemos que el conjunto de elementos visuales utilizados en For Honor son realmente increíbles, pues parece que los veteranos de Ubisoft pusieron un montón de atención en el nivel de detalle correspondiente a los personajes y al medio ambiente, además de que el movimiento de la tela y la armadura en los personajes es muy realista, al tiempo que la sangre comenzará a cubrir a nuestro personaje mientras acabamos con la vida de más y más gente, de modo que este es claramente un juego que solo podría haberse creado en la actual generación de sistemas, a la vez que cada campo de batalla se siente como si se tratara de un lugar real, lo que se debe principalmente a que los diseños tienen un sentido claro y la forma en que la gente de Ubisoft fue capaz de llevarlos a la vida realmente es capaz de atraer al jugador, aparte de que el humo se levanta de los fuegos de una manera muy convincente y el suelo parece apropiadamente fangoso y algo desgastado. Por otro lado, y en lo concerniente al apartado sonoro, bien podemos decir que los veteranos de Ubisoft también han hecho un gran trabajo con el diseño de cada uno de los sonidos, además de que los diferentes personajes darán preguntas vocales justo cuando estén a punto de hacer un movimiento especial, por lo que los sonidos pueden usarse para ayudar de cierta forma durante el transcurso de las batallas, al tiempo que la música también agrega mucho más valor a la experiencia, pues consiste en varias melodías de gran calidad tanto a nivel de grabación como de ejecución, de modo que si dos jugadores están encerrados en un duelo, la música se convertirá en una canción de batalla épica, lo que claramente indica que la banda sonora tiende a compenetrarse muy bien con las diferentes situaciones que vayamos enfrentando, aunque en general los gráficos y el diseño de sonido son un factor muy importante en la inmersión del mundo implementado para el juego, por lo que es un hecho que Ubisoft realmente logró su objetivo a través de esta área.